HUMEDADES
microrelato erotico.

La mujer madura de labios carnosos ve en el hombre que acaba de llegar del mar un alivio para sus noches en vela. Ambos apuran la última copa en un tugurio para náufragos curtidos. Ella bebe ron, él aguardiente. Ella lleva puesto un vestido rojo que le traza una cintura ya marchita. A él la ropa le huele a salitre y algas resecas. La mujer madura nota que los ojos cansados del hombre que acaba de llegar del mar buscan consuelo al borde de su falda. Separa las rodillas para ofrecerles refugio mar adentro, en el límite jugoso de sus piernas. Arden sus caderas y aviva el fuego con un trago largo y el guiño de un ojo. El marinero se asoma al abismo para descubrir que aún hay vida más allá de Finisterre. Mira al horizonte y con un golpe de timón y una sonrisa en la boca, pone rumbo a la Tierra Prometida.
CREDITO:

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